Riesgos de desechar incorrectamente los medicamentos vencidos

En Chile, los medicamentos vencidos y sobrantes generan una pérdida anual cercana a mil 800 millones, además de los riesgos ambientales asociados al mal uso de estos. Actualmente, la Ley chilena cataloga los residuos farmacéuticos como peligrosos y, dentro de la normativa del Reglamento Sanitario se estipula que los propios productores de medicamentos, es decir, los laboratorios, son los encargados de “realizar la eliminación de sus residuos peligrosos en instalaciones destinadas para este efecto y que por supuesto, cuenten con la debida autorización sanitaria que comprenda tales residuos”.
Con la preocupación de los efectos del mal uso de los desechos y con el fin de crear conciencia, un grupo de estudiantes de la Escuela de Química y Farmacia, y de la Escuela de Ingeniería, Ciencia y Tecnología la Universidad Bernardo O´Higgins, elaboraron un estudio sobre los efectos de un mal manejo de los desechos que generan altos costos ambientales, sociales y también un elevado costo económico para las propias farmacéuticas. Pero ¿qué ocurre cuando el consumidor final es el que desecha estos medicamentos vencidos? Aquí, hay solo incertidumbre.
El estudio describe que, en la mayoría de los casos, los medicamentos vencidos son desechados a la red de alcantarillado. Debido a la presencia de antibióticos, en muchos de ellos, se puede provocar resistencia en los organismos patógenos que allí se encuentren, como también en los cursos de agua donde desembocan las aguas servidas de la ciudad, ya que éstas no tienen tratamiento. Se estima también que, al llegar a rellenos sanitarios, los principios activos de una serie de sustancias podrían escurrir hacia napas subterráneas, lo que podría significar la contaminación del agua potable de la ciudad.
En el país se han llevado a cabo diversas iniciativas para destruir los medicamentos no utilizados de particulares y algunas farmacias han instalado “Puntos Celestes” para depositar los fármacos, pero estas iniciativas no han prosperado en el tiempo, siendo hoy Vitacura el único municipio a nivel nacional que cuenta con un lugar disponible para desechar correctamente estos residuos.
A la fecha existen más de 72 laboratorios farmacéuticos donde gran parte se hacen cargo del tratamiento de eliminación de medicamentos caducados. Mientras tanto, farmacias comunitarias, de barrio, populares y comunales, se encargan de remitir los medicamentos vencidos al laboratorio de origen para que posteriormente sean tratados. Los laboratorios que no se hacen responsables de sus productos a lo largo del ciclo son principalmente laboratorios dedicados a la industria de suplementos alimentarios, cuidado personal y belleza.