Reducir la basura que llega a los vertederos es misión de todos

“La basura es un error de diseño”. Esta frase es del chileno Gonzalo Muñoz, empresario y líder ecologista, que es referente mundial en sostenibilidad aplicada y que propone combatir los residuos desde el mismo momento en que se conciben los productos y sus envases. “El diseño ideal es aquel que evita que los residuos sean arrojados al medio ambiente y que posibilita que vuelvan a los sistemas productivos”, afirma.
Recuerda que vivimos en un planeta con recursos finitos y que nos comportamos como si fueran infinitos. Nos estamos engañando y, como consecuencia, estamos generando un volumen de residuos que es insostenible para el planeta. Por ello afirma que los principios de la economía circular deben implantarse en el planeta a ritmo acelerado.
“Cada segundo aumenta la población de la Tierra en 2,44 personas. Durante la pandemia superamos ya la cifra de los 7.700 millones de habitantes. Pero el problema no es que cada vez haya más población, en un planeta con recursos finitos, sino la forma en cómo lo habitamos. La solución no es irse a Marte, un planeta inhóspito, sino cuidar la maravillosa Tierra que tenemos para que todos podamos vivir en ella y en armonía con la naturaleza. Uno de los problemas que hay que solucionar aquí y ahora es el exceso de residuos”, dice. “Los ciudadanos generamos basura y nos olvidamos de ella cuando la tiramos al basurero. Pero la verdad es que la desplazamos hacia los vertederos, cada vez más gigantescos, y la basura sigue existiendo. La solución está en reducir –y eliminar si es posible– la generación de residuos”, añade.
Gonzalo Muñoz es cofundador y presidente ejecutivo de la empresa social TriCiclos, que opera en Chile y Brasil, y cofundador de otras diversas iniciativas que promocionan alternativas sostenibles. Es miembro y speaker del World Economic Forum, lidera el proceso de alineación de compromisos internacionales contra el cambio climático High Level Champion COP25. También es miembro del panel global del New Plastics Economy en la Fundación Ellen Mac Arthur y miembro del UN Sustainable Development Leaders Mastermind Group. Creó TriCiclos en el 2009 para impulsar la transformación de prácticas relacionadas con el consumo y la gestión de los residuos a través de la armonización de tres ámbitos o ciclos: el social, el ambiental y también el financiero.
En la lucha contra los residuos, explica Gonzalo Muñoz, lo primero a considerar es de dónde viene la basura. “Entonces entenderemos que, en una sociedad sostenible, tenemos que dejar de utilizar varios materiales y productos que ahora vemos normales y aceptables, pero que son ya obsoletos para el futuro. Para que esto suceda, hay que cambiar la mentalidad de la gente, reformular incentivos, combatir el descarte y la obsolescencia programada. Hay que dejar la mentalidad de que nada importa y dar paso a la de todo importa”, señala.
Gonzalo Muñoz es especialmente crítico con la obsolescencia programa que se ha generalizado en muchos productos, ya sean móviles o ropa para que duren poco y generen la necesidad de comprar el próximo modelo. Este sistema no incorpora el coste de extracción de materias primas para la fabricación de los productos ni el daño que se hace al medio ambiente cuando se desecha. También critica los productos pensados para un solo uso y las múltiples chucherías de plástico que hay en el mercado, procedentes mayoritariamente de China, que se venden muy baratas y que crean un grave problema de contaminación. “En suma hay mucha basura innecesaria como consecuencia de un nivel de estupidez muy elevado”, dice.
Con su empresa TriCiclos, Gonzalo Muñoz diseñó estaciones de reciclaje y recuperación llamadas Puntos Limpios, que son plantas modulares capaces de reciclar el 90% de los residuos domésticos sólidos. Los Puntos Limpios son estaciones creadas a partir de contenedores de transporte reciclados, especialmente adaptados y desarrollados con un diseño atractivo. Las estructuras físicas se venden a centros comerciales, universidades y otro tipo de instituciones con un tránsito elevado de personas y en áreas bien visibles, para llamar la atención del público.
TriCiclos, firma un contrato con las empresas o instituciones por el que ofrece sus servicios de recogida de residuos, a través de sus Puntos Limpios, y se encarga del procesamiento, transformación y posterior reintroducción de los mismos a la cadena de producción. “Nuestro modelo acerca la infraestructura de reciclaje a cientos de miles de personas”, explica. También contribuye a integrar social y laboralmente a los recolectores de residuos de los vertederos.
“Estamos llegando a una situación, en el mundo, en que ciertos materiales empiezan a escasear. Ya hemos superado los límites planetarios, ya que la capacidad de regeneración de la naturaleza se agota, como lo demuestra con evidencia el calentamiento global, la degeneración de los suelos, la pérdida de biodiversidad o la contaminación de los océanos”, afirma.
Señala que es impensable que el mundo pueda crecer ilimitadamente con recursos finitos. En este sentido cree que la mejor manera de equilibrar el crecimiento de la población mundial pasa por educar mejora las niñas, sobre todo de algunos lugares del mundo, para que se hagan más dueñas de su sexualidad y de su capacidad reproductiva. También cree que los valores femeninos deberían convertirse en predominantes en la sociedad, ya que priorizan la armonía y el cuidado frente a la lógica agresiva e invasiva de los valores masculinos.
También propone que los países pobres no tengan que recorrer el camino destructivo seguido por los países desarrollados y que, en lugar de exportar ese modelo, difundan y promuevan los nuevos modelos y sistemas sostenibles. “Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU deben orientarse en este sentido sin olvidar que la prioridad máxima es reducir el hambre y la pobreza en el mundo”, concluye.