Acceso a servicios y mayor cultura de reciclaje, principales desafíos en Chile

Ciudadano ADN conversó con Nicolás Valenzuela, académico Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), sobre el estudio que analizó los procesos de reciclaje en las distintas comunas de Chile y que arrojó que sólo un 15% de la basura nacional se reutiliza de alguna forma.
Para iniciar, el académico aclaró que cuando nos referimos a reciclaje se hace referencia a el concepto tasa de recolección diferenciada, “que habla de cuanta de nuestra basura, que se recoge de alguna cosa, no se va al vertedero, que es muy distinto a lo que pasas cuando un residuo llega a algún lugar y cuánto de eso logramos recuperar y volver hacer otra cosa”.
En tanto, Valenzuela puntualizó que la gente en Chile tienen “esta idea de que donde más se recicla es en los municipios” con más recursos, como por ejemplo Vitacura, con sus puntos verdes, pero “las comunas que tienen mayores logros en materia de reciclaje son bien poco conocidas, en la Región Metropolitana por ejemplo, es la comuna de María Pinto y en el sur Futaleufú, la mitad de su basura que se ha generado ahí se va a un proceso de reciclaje, que son logros que se pueden comparar con comunas europeas”. En esa misma línea, el profesor de la UTFSM sostuvo que “una golondrina no hace verano, ya que cuando uno mira las cifras a nivel nacional, estamos completamente atrapados, el estado real de reciclaje en el país tiene un 1% en el caso domiciliario”.
Al ser consultado sobre el nivel de acceso al reciclaje en Chile, Valenzuela detalló que “estamos más o menos, se han hecho avances. Hasta ahora no se ha terminado de implementar una ley que se aprobó el 2016, que se llama Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento del Reciclaje, (también conocido como REP). Esta Ley “incluye un concepto que se llama responsabilidad extendida del productor, que quiere decir que cualquier persona, cualquier empresa que genere productos en cantidades importantes, tiene que hacerse cargo de una porción definida y recuperarla y eso generaría un fomento al reciclaje”.
“Pero los reglamentos de esta ley aún no se implementan”, recalcó Valenzuela y manifestó: “El tema es que esta ley no resuelve todo y hay dos puntos claves que en otros países han funcionado y que en Chile no tenemos. La primera, es que en todos lados, los municipios, los hogares, deberían tener la obligatoriedad de tener una gestión de residuos que no sea sólo enviarla a los vertederos, eso en Chile es voluntario”. “Y lo segundo, que es más técnico, pero vale la pena contar, en Europa ha sido muy exitosa una ley que se llama el impuesto al vertedero, que se le cobra a cada camionada que llega al vertedero, e incentiva una gestión distinta con los residuos”, agregó.
En cuanto a los detalles del estudio y centrados en la industria y el comercio, Valenzuela precisó que “estamos un poco mejor que en el domiciliario, un tercio de la basura se ha logrado recuperar, principalmente en la industria maderera, de los papeles y la industria agropecuaria, llegando a un 15% de reciclaje a nivel país”, mezclando tanto el mundo de las industrias como los hogares.
En búsqueda de aumentar los proceso de reciclaje en Chile, el académico afirmó que “lo cultural es clave” y afirmó que el primer paso es entender que “el reciclaje es la última alternativa, cuando no nos queda otra y hay un cambio cultural y de cómo se hacen negocios para generar menos residuos, consumir menos, reutilizar antes de llegar al reciclaje, que es un gran desafío”.
“El principal problema en Chile, es que no hay ofertas de servicios, el 45% de los municipios no tiene ningún servicio de reciclaje y los que están, se concentran en las grandes ciudades y en los lugares de mayores ingresos”, precisó.
A lo anterior se suma que “hay tampoco puntos de reciclajes” y sí hay, “se provoca una paradoja (…) en Chile, tener un punto de reciclaje cerca, hace que haya menos probabilidad de reciclar”. “Los puntos en Chile están pensados para que la gente tome su auto, y lleve sus cosas, que quiere decir que es un tipo de gente que lo puede hacer. No están pensados, como ‘tengo a 30, 60, 100 metros, uno en mi cuadra, voy a dejar mis cosas todos los días y se vuelve parte de la rutina’”, ejemplificó.